Recordar y debatir sobre las injusticias del pasado puede ayudar a construir democracias más justas, donde se reconozcan los errores y los abusos, donde se luche contra la impunidad y el olvido.
Porque la memoria permite resistir y está ligada a lo que somos y a lo que queremos ser.
Que nadie se quede sin dejar su testimonio. Por un Ecuador más justo, donde no reine la desmemoria.
Muchas gracias por participar y por ayudarnos a reconstruir la memoria social de los efectos del congelamiento de depósitos de 1999.