Fuente: Diario El Universo
Publicado el 27 Noviembre 2009
La crisis bancaria y leyes permisivas que degeneraron en malos manejos en las instituciones financieras provocaron la caída de trece bancos (diez de ellos manejados por la AGD) y varias entidades más del sector.
Con la propuesta de Ley de Comunicación que plantea el oficialismo, las publicaciones sobre el salvataje bancario y todas sus implicaciones hubieran podido detenerse.
El 28 de noviembre de 1998, el Congreso ecuatoriano aprueba la creación de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD). Una fecha, dentro del gobierno de Jamil Mahuad, que es clave para entender todo un proceso de crisis económica que marcó a los ecuatorianos.
La crisis bancaria y leyes permisivas que degeneraron en malos manejos en las instituciones financieras provocaron la caída de trece bancos (diez de ellos manejados por la AGD) y varias entidades más del sector. Ello originó un salvataje estatal que hasta ahora, dada la magnitud de la situación, no puede ser cuantificado con precisión pese a algunas cifras oficiales. Fueron miles de millones de dólares de pérdidas que tuvo que asumir el Estado ecuatoriano. Al 30 de abril del 2008, el hueco o déficit patrimonial que dejaba en herencia la AGD era de $ 3.345 millones, lo que equivale a una tercera parte de la deuda externa. Y según una comisión creada por el actual Gobierno, el salvataje costó $ 8.072 millones.
La prensa independiente, durante todo el proceso de crisis que vivió el país, jugó un rol importante. Advirtió, cuestionó, criticó silencios de una parte de los medios con vinculaciones en la banca, soportó amenazas, juicios, reveló arreglos, descubrió corrupción…
Y también mostró todo el drama de ese nuevo Ecuador que nació a la luz de la crisis. Un Ecuador que volvió a ser un país de éxodo. Que envió a Europa y Estados Unidos a miles de personas que huían de la crisis económica. Que huían de la inoperancia política. La prensa mostró esa y múltiples caras más que fueron la herencia de un salvataje que aún hoy, once años después, cobra algunas facturas.